La catedral de Málaga, esa gran desconocida.
Hoy vamos a hablaros de la catedral de Málaga, la catedral de la Encarnación. Está considerada por muchos historiadores del arte como una de las grandes joyas de los periodos renacentista y barroco de toda Andalucía, pero sin embargo, hasta hace poco ha sido toda una gran desconocida para el gran público, quizás debido a que Málaga aún sigue estando muy relacionada con el turismo de sol y playa. En este artículo vamos a arrojar un poco de luz sobre ella y a seguir demostrando como Málaga es un destino magnífico si te estás planteando hacer turismo cultural en el sur de España.
Comienza a construirse en torno a 1528, tras quedar la antigua mezquita relativamente pequeña respecto a las necesidades del culto, y se “termina” sobre 1783. Como ves, tuvo un proceso de construcción muy largo, lo que hace que diversos periodos históricos y artísticos hayan dejado su impronta en ella.
Para todos los malagueños, nuestra catedral es probablemente el gran icono o landmark de la ciudad. Nosotros la solemos llamar popularmente “la Manquita”. ¿Que por qué? Bueno, os dejo una foto de su fachada, en la popular Plaza del Obispo, a ver si notáis algo raro…
¡Efectivamente! A la catedral le falta una torre que no se llega a terminar en el siglo XVIII, y es esta la razón por la que la apodamos popularmente de esta forma.
En su interior, la parte que más destaca es su coro, realizado en mayor parte por el insigne Pedro de Mena y Medrano a lo largo del siglo XVII.
Su visita es probablemente uno de los puntos obligados de cualquier visita a nuestra ciudad. Un pequeño tip, se pueden visitar sus cúpulas, desde las que tendréis una de las vistas más interesantes del centro histórico.
Así que ya sabes, si lo tuyo es el arte, y sobre todo las catedrales, en Málaga tenemos una pequeña gran joya para tí.